Page 189 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  Y ella le disparó con el bastón.


                  Culpa,  temor,  remordimiento,  deseos  de



               morir.  Gritó,  se  retorció,  tiró  de  sus  ligaduras


               durante  segundos  interminables,  antes  de  que


               ella  dejara  de  apuntarle.  Después  quedó  allí


               tendido,  mirándola  fijamente,  dolorido  y


               atónito.  El  rostro  de  la  mujer  gesticulaba


               demoníacamente.  De  pronto  le  volvió  la


               espalda.



                  Sus sacudidas habían asustado al colagato. El


               animal había huido.


                  «Quiero ser joven» y ¡blam! Ahora su espalda


               estaba  rígida;  sus  puños,  apretados.  ¿Qué


               ocultaba, cólera o lágrimas? ¿Por qué? ¿Es acaso


               culpa mía que sea vieja? Una cosa era evidente:


               si  le  mantenía  atado  era  tanto  por  seguridad


               suya  como  del  mismo  Corbell.  Si  utilizaba  la


               vara  teniendo  él  las  manos  libres,  era  muy



               posible que se suicidara.


                  El  colagato  volvió  a  trepar  a  su  pecho,  se


               enroscó  y  levantó  el  hocico  para  frotárselo


               contra la nariz. «¡Miiii!» Pedía explicaciones.


                  —No sé —dijo a la bestia, que ronroneaba ya


               como un motor sobre su pecho—. No creo que


               la explicación me guste.



                  Pero estaba errado.





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