Page 247 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
que alimentar a los prisioneros. La cosa estaba
clara: nadie había estado allí el tiempo
suficiente como para tener hambre.
La duodécima persona en bajar no era un
prisionero. Una niña de once años descendió
hasta llegar a la altura de sus cabezas. A su
alrededor flotaban pequeñas máquinas. Una de
ellas, una vara de plata montada sobre un base
mayor, se retorcía hacia todos lados como un
galgo nervioso que espera ser liberado. La niña
estaba desnuda; unas alas de mariposa,
transparentes, le salían de los hombros a modo
de adorno. Con voz dulce, perentoria y de raro
acento, exclamó:
—Mirelly‐Lyra Zeelashisthar, ¿estás ahí?
Así, Mirelly‐Lyra volvió al mundo, tras un
período aproximado de unos quince minutos
subjetivos.
Sus anfitriones eran unas diez o doce
criaturas, todas niñas. Choss, la que había
bajado a buscarla, era en cierto modo la jefa,
aunque la organización social era compleja.
No había nada infantil en aquellas mentes. Se
desempeñaban como señoras del mundo. El
intérprete de Mirelly‐Lyra transmitía las
inflexiones emocionales de su voz, al tiempo
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