Page 248 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               que sus palabras, y esas emociones eran respeto,


               odio  y  temor.  No  se  trataba  de  niñitas.  Eran



               Niñas,  neutras  e  inmortales.  Arrogantes  e


               indulgentes,  a  voluntad;  Mirelly‐Lyra  se


               habituó a obedecerlas.


                  La  adiestraban  con  aquella  vara  de  plata


               flotante,  una  variante  de  la  que  ella  usaría


               mucho después. Llevaba constantemente sujeto


               al  cinturón  la  misma  máquina  intérprete  que



               empleaba  conmigo.  La  obligaron  a  usarla  aun


               mucho  después  de  que  aprendiera  el  idioma,


               pues  su  acento  les  resultaba  desagradable.  Lo


               que  más  le  molestaba  era  pensar  que  la


               consideraban  socialmente  inferior.  Pero  más


               tarde  cambió  de  idea.  Más  bien  la  trataban


               como a una mascota, un animalito precioso que


               sabe hacer gracias.


                  Presenciaba                  junto           a      ellas          espectáculos



               ofrecidos  por  otras  criaturas.  Algunos,  en


               directo;  otros  eran  ilusiones  tridimensionales,


               holovisores  descomunalmente  grandes.  En


               cierta           ocasión              flotaron             en         el        espacio


               interplanetario  durante  varias  horas;  Mirelly‐


               Lyra  se  maravilló  ante  la  ceñuda  atención  con


               que  las  niñas  de  Choss  observaban  aquel



               espectáculo  planetario  aburrido  y  reiterado.





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