Page 49 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 49
Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Era otra prueba. Soltó sus correas y se lanzó
hacia la ventanilla. El piloto, riendo, le atrapó en
el aire y le mantuvo sujeto mientras colocaba
una cubierta protectora sobre los instrumentos.
En seguida dejó que Corbell flotara frente a la
ventanilla.
El estómago le daba vueltas. El oído interno se
le había vuelto loco. Tenía los testículos
apretados contra la ingle, cosa que tampoco
resultaba cómoda. Y caía… ¡Caía!
Murmurando para sí, trató de concentrarse en
la ventanilla. Pero la Tierra no estaba a la vista.
Tampoco la Luna. Sólo distinguió gran cantidad
de estrellas, bastante brillantes; muy brillantes,
a decir verdad, más aún que las estrellas que
solía ver desde el pequeño bote anclado frente a
la isla Catalina, en ciertas noches muy lejanas.
Las contempló durante largo rato.
Trataba de no pensar en aquella sensación de
estar dentro de un ascensor en plena caída, no
fuera el caso de que le descalificaran
precisamente en ese momento.
Comieron a bordo, en caída libre. Corbell,
imitando a los otros, pescaba trozos de carne y
patatas en el interior de una bolsa de plástico y
48

