Page 68 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 68
Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
—¡Soltaré el horno de microondas y lo arrojaré
contra el ordenador…! —amenazó—. ¡No
tendrá más que una nave deshecha!
—Su misión…
—¡Cállese!
La voz de Pierce, el supervisor, cesó. Corbell
volvió a oír el murmullo del aire en
movimiento.
¿Qué hacer ahora? Si Pierce dominaba al
ordenador, tenía todo en sus manos. ¿Por qué
no hacía girar la nave por sí mismo? Acaso ya lo
había hecho.
Corbell trepó al útero y se instaló en la silla de
mando.
—Visión completa —ordenó.
Flotó suelto en el espacio. Una distancia de
medio año‐luz no había cambiado la
disposición de las estrellas. El año de
aceleración, sí. Don Juan recibía todos los rayos
luminosos en un ángulo tal que todo el cielo se
fruncía hacia adelante. Durante su primera
vida, en las noches pasadas a bordo de un
pequeño bote, Corbell había entablado cierta
relación con las constelaciones. Sagitario estaba
precisamente donde la había dejado: justo hacia
el frente. Un anillo de llamas blancas, alrededor
y detrás de él, guiado por el hidrógeno y
67

