Page 83 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 83

Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               impuestos o de revueltas, se confiscan todas las


               reservas  alimenticias  de  la  provincia  A  y  se



               envían a B. Si los antecedentes son más o menos


               iguales,  se  escoge  al  azar.  Como  resultado,  la


               provincia  A  es  leal  para  siempre  y  la  B


               desaparece del mapa, con lo que ya no hay por


               qué preocuparse.


                  —Casi nunca tenemos períodos de escasez. Y


               cuando los tenemos…



                  Era extraño que Pirssa no acabara la frase.


                  —No hay nada que otorgue tanto poder como


               el control del agua. Un imperio por monopolio


               de agua puede llegar a tal estado de debilidad


               que  basta  una  sola  horda  de  bárbaros  para


               acabar  con  él.  Pero  el  Estado,  Pirssa,  no  tiene


               bárbaros.


                  Mucho más tarde Corbell descubrió que en ese


               momento había vuelto a cambiar el curso de su



               vida. En ese momento sospechó, por el silencio


               de Pirssa, que había vuelto a ofenderlo.


                  Y  Pirssa  no  era  Pierce.  El  supervisor  estaba


               muerto  hacía  tiempo;  la  personalidad  del


               ordenador  nunca  había  hecho  daño  a  Corbell.


               Valía la pena recordarlo. Corbell dejó de hablar


               del Estado. Pirssa era leal al Estado; Corbell, no.



                  Hubo otro tópico al que acabó por renunciar.


               Con demasiada frecuencia solía decir a Pirssa:

                                                            82
   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88