Page 143 - Kraken - China Mieville
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El niño se quedó mirando a Leon con los ojos


             abiertos de par en par.




                    —Sí —dijo el hombre. Husmeó en dirección al


             marco  de  la  puerta—.  No  está  mal.  Una  buena



             idea, esta, si no está mal que yo lo diga, la que se


             ha sacado mi chico de la manga. Porque lo que no


             tenemos aquí es nada que nos vete la salida. Ahora


             que  hemos  entrado,  ya  no  hay  nada  que  nos


             impida salir.




                    Se inclinó hacia Billy.




                    —Digo que no hay nada que nos impida salir.


             Eso no lo habías pensado, ¿verdad? Tú, flagrante


             insignificancia.




                    A Billy le sonó una especie de carraspeo en la


             garganta. El hombre se llevó un dedo a los labios,



             mirando  expectante  al  chico,  que  muy  despacio


             hizo lo propio, y gesticuló a su vez un chiss a Billy.




                    —Goss y Subby lo han vuelto a hacer —dijo el


             hombre. Sacó la lengua y degustó el aire. Le tapó


             la boca a Billy con la mano y este farfulló sobre la


             mano fría. El hombre recorrió una habitación tras


             otra, arrastrando a Billy, lamiendo suelo, paredes,


             interruptores.  Pasó  la  lengua  por  la  pantalla  del


             televisor,  abriendo  un  sendero  de  saliva  en  el





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