Page 144 - Kraken - China Mieville
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polvo.




                    —¿Qué, qué, qué especímenes me tienes aquí,


             lepidóptero? —dijo mirando las estanterías.




                    Fue sacando libros y dejándolos caer.




                    —Ni  hablar  —dijo—.  Ni  de  coña  pruebo


             ninguna mierda de estas.




                    De pronto Leon estaba en pie y corría hacia él.


             El  hombre soltó un  «¡Vaya por  Dios!»  y  lanzó  a



             Leon por los suelos.



                    —¿Y  quién  serás  tú?  —dijo—.  ¿Un  amiguito



             del joven maestro? Me temo que todos los médicos


             convienen  en  que  el  chaval  requiere  de  un


             aislamiento absoluto, y pese a estar seguro de que


             tus travesuras no son más que un tónico, no es eso


             lo que el joven señor Billiam necesita. Es posible


             que  tenga  que  comerte,  jovencito  macarrón


             desgraciado.




                    Leon se movió y el niño dio un paso hacia él,


             con ojos de ave de presa. El hombre exhaló humo,



             pese  a  no  tener  cigarrillo  y  no  haber  inhalado


             humo ninguno.




                    —No… —dijo Leon. El hombre abrió la boca,


             la boca siguió abriéndose, y Leon desapareció. El


             hombre se repasó las comisuras con las puntas de

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