Page 54 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
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los honorables justicieros de la Oubliette sigue siendo


           como  un  sueño  hecho  realidad.  Aun  así,  no  se


           esperaba que el Caballero lo llamara para investigar


           un  caso  de  robo  mental.  Precisamente  lo  que  los


           tzaddikim han jurado prevenir es que los agentes de


           la Sobornost y terceras partes copien las mentes más


           influyentes de la Oubliette.



           —Me disculpo —dice el Caballero—. La próxima vez


           me esforzaré por organizar algo más exótico. Echa un


           vistazo más de cerca.



           Isidore saca su lupa de manufactura zoku (obsequio


           de  Pixil,  un  disco  de  materia  inteligente  pulida


           adosado  a  un  mango  de  bronce)  e  inspecciona  el


           cuerpo a través de ella. A su alrededor se materializan


           con  un  centelleo  venas,  tejido  cerebral  y  escáneres


           celulares, la arqueología de un metabolismo muerto


           flotando  como  exóticas  criaturas  marinas.  Vuelve  a


           teleparpadear, esta vez ante la avalancha de extraña


           información clínica; una leve jaqueca le obliga a torcer


           el  gesto  mientras  las  pruebas  se  atrincheran  en  su


           memoria de corto plazo.




           —Algún tipo de… infección vírica —dice, frunciendo


           el  ceño—.  Un  retrovirus.  El  cristal  señala  una


           secuencia genética anómala en las células cerebrales,


           algo  relacionado  con  una  arqueobacteria.  ¿Cuándo


           podremos hablar con él? —Isidore nunca espera con







                                                                                                              54
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