Page 59 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
P. 59

tzaddik le propina un brusco bastonazo, y la criatura


           se escabulle a toda prisa.



           —Correcto —dice el Caballero. Da un paso adelante,


           acercándose  tanto  a  Isidore  que  éste  puede  ver  su


           reflejo  en  óvalo  plateado  del  rostro  del  tzaddik,


           distorsionado. Tiene el cabello rizado alborotado y las


           mejillas  encendidas—.  No  tenemos  manera  de


           reconstruir nada de lo que ha ocurrido aquí, salvo a la


           antigua  usanza.  Y,  por  mucho  que  me  duela


           admitirlo, parece que tú posees el talento necesario


           para ello.



           De  cerca,  emana  del  tzaddik  un  extraño  aroma


           dulzón,  como  a  especias,  y  es  como  si  la  máscara


           metálica irradiara calor. Isidore retrocede un paso y


           carraspea.




           —Haré  lo  que  pueda,  desde  luego  —dice  mientras


           finge consultar el Reloj: un sencillo disco de cobre en


           su  muñeca,  con  una  sola  manilla;  descontando  el


           tiempo que falta hasta su Letargo—. Seguro que no


           tardo nada —añade, malogrado el desinterés por el


           temblor  de  su  voz—.  Debo  asistir  a  una  fiesta  esta


           noche.



           El Caballero no dice nada, pero a Isidore no le cuesta


           nada  imaginarse  una  sonrisa  cínica  oculta  bajo  la


           máscara.










                                                                                                              59
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64