Page 290 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
P. 290
Peter asintió.
—Los miércoles recibiré a Johnson, Haltzman y Jim.
Los tres hombres se miraron.
—El resto de la semana me dejarán solo, ¿me
entienden? —dijo Mark—. Un poco será siempre
mejor que nada. Si no me obedecen, no actúo.
—Quizá podamos obligarlo a actuar —dijo
Johnson. Vio que los otros hombres lo miraban—.
Escúchenme, somos cinco contra uno. Podemos
obligarlo a hacer cualquier cosa. Si nos ponemos de
acuerdo saldremos ganando.
—No se dejen engañar —advirtió Mark.
—Escuchen un momento —dijo Johnson—. Nos
está dando órdenes. ¿Por qué no se las damos a él?
Somos más, ¿no es cierto? ¡Y nos amenaza con no
actuar! Bueno, déjenme meterle una astilla bajo las
uñas, calentarle la punta de los dedos con una
limita, ¡y veremos si no actúa! ¿Por qué no tener
sesiones diarias, me pregunto?
—No le hagan caso —dijo Mark—. Está loco. No le
crean. ¿Saben lo que quiere hacer? Sorprenderlos
descuidados, y matarlos a todos, uno por uno. Si,
los matará. Y al fin estaremos solos… él y yo.
Los hombres parpadearon. Miraron primero a
Mark, y luego a Johnson.
—Por otra parte —dijo Mark— no pueden confiar
en los otros. Esta es una conferencia de imbéciles.
289

