Page 225 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
P. 225
225
reposados en sus labios y su laringe, pero con los tentáculos
envueltos alrededor de su mano para comunicarse. Irizarry
se levantó las gafas con la mano libre y encendió la luz del
cinturón para poder leer sus colores.
Estaba nerviosa, brillaba con verdes y amarillos
estroboscópicos. «Muchos», escribió en la palma de su
mano, y después, con énfasis, «R».
«R» era malo —significaba ranta—, pero era mejor que
«M». Si hubiera entrado un magnapresa podían
considerarse todos muertos y la estación Kadath ya tan
maldita como la Jenny Lind. «¿Lo hueles?», le preguntó a
Mangosta bajo el gorjeo de los limazones.
«Saborear», dijo ella, y como Irizarry había sido su
compañero durante casi cinco soles, entendió: los limazones
sabían a ranta, lo que quería decir que habían estado
alimentándose hace poco de guano de ranta, y dada la
rapidez de los sistemas digestivos de los limazones, eso
significaba que una ranta estaba patrullando territorio en la
estación.
Mangosta se apretó más fuerte contra su espalda. «R»,
volvió a decir. «R». «R». «R».
A Irizarry le dio un tumbo el corazón y después se le

