Page 250 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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—Perdón, pero ¿cómo que no matarlas?
—Si matamos a demasiadas, la reproductora decidirá
que somos una amenaza en lugar de un incordio. Y entonces
se enroscará en una bola y no tendremos ninguna
oportunidad de matarla hasta que vuelva a desenroscarse. Y
para entonces habrá muchísimas rantas aquí.
—Y muy posiblemente un magnapresa —terminó
Sanderson—. Pero… —Le dio un manotazo a una ranta
medio corpórea que estaba intentando enrollarse en la
calidez de su pistola.
—Si nos quedamos quietos del todo durante bastante
tiempo —dijo Irizarry— probablemente podrían chuparnos
el calor corporal suficiente para que entremos en
hipotermia. Pero no pueden morder cuando son así de
jóvenes. Conocí a un hombre de cheshire una vez que juraba
que comían acurrucándose en el estómago de la
reproductora para chupar con la lengua lo que esta había
digerido. Yo aún espero que no sea cierto. Usted siga
disparando a ese pie.
—No hay problema.
Irizarry tenía que admitir que Sanderson era firme como
una roca. Él se concentró en apartar rantas jóvenes de

