Page 314 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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colgado del papel así, como si invitase al análisis
de una legión de futuros estudiantes graduados.
El juez Fang sabía que el Doctor X controlaba
una legión de criminales que iba desde
delincuentes menores hasta señores del crimen
internacional; que la mitad de los oficiales de la
República Costera en Shanghai estaban en su
bolsillo; que dentro de los límites del Reino
Celeste, era una figura de gran importancia,
probablemente un Mandarín de botón azul de
tercer o cuarto rango; que sus conexiones de
negocios recorrían la mayoría de los continentes y
phyles de todo el mundo y que había acumulado
una tremenda fortuna. Todas esas cosas palidecían
en comparación con la demostración de poder que
el mensaje representaba. PUEDO COGER UN
PINCEL CUANDO QUIERA, decía el Doctor X, Y
CREAR EN UN MOMENTO UNA OBRA DE
ARTE QUE PUEDE COLGARSE EN UNA
PARED AL LADO DE LA MEJOR CALIGRAFÍA
DE LA DINASTÍA MlNG.
Al enviar al juez aquel rollo, el Doctor X estaba
reclamando para sí toda la herencia que el juez
Fang reverenciaba. Era como recibir una carta del
mismísimo Maestro. El doctor estaba, de hecho,
estableciendo su rango. Y aunque el Doctor X
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