Page 315 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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pertenecía  nominalmente  a  otra  phyle,  el  Reino


              Celeste, y que, aquí en la República Costera, no era


              más que un criminal, el juez Fang no podía ignorar


              aquel  mensaje,  escrito  de  aquella  forma,  sin


              abjurar  de  todo  lo  que  respetaba;  aquellos


              principios que habían reconstruido su propia vida


              después  de  que  su  carrera  como  rufián  en


              Manhattan  llegase  a  un  callejón  sin  salida.  Era


              como una invitación enviada a través de los siglos


              por sus propios antepasados.





                  Pasó unos minutos más admirando la caligrafía.


              Luego  enrolló  el  mensaje  con  gran  cuidado,  lo


              guardó bajo llave en un cajón, y volvió a la sala de


              interrogatorios.





                  —He  recibido  una  invitación  para  cenar  en  el


              barco del Doctor X —dijo—. Lleven al prisionero


              de  vuelta  a  la  celda  de  confinamiento.  Hemos


              acabado por hoy.








              Una escena doméstica; Nell visita la sala de juegos;


                                                           mal


                   comportamiento de los otros niños; el Manual


                                             demuestra nuevas


                     capacidades; Dinosaurio cuenta una historia








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