Page 334 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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Dojo, sabía que en rodo el mundo no había nadie
que fuese mi igual en combate individual. Pero el
primer día, sentado en mi cola esperando a Dojo,
noté el resplandor de pequeños objetos brillantes
en el suelo, y examinándolos con cuidado vi que
eran, de hecho, escamas. Para ser exactos, eran
escamas de dinosaurio, que reconocí como
pertenecientes o Pteronodon, Ankylosourio y
Urahrapfor, y parecía que habían sido arrancadas
de sus cuerpos por poderosos golpes.
El segundo día di una vuelta por los alrededores
y descubrí tremendas heridas en los troncos de los
árboles, que sin duda habían sido producidas por
Utahraptor cuando atacaba a Dojo; otros árboles
que habían sido arrancados por completo por la
cola en forma de maza de Ankylosaurio; y en‐
contré largas hendiduras en el suelo hechas por
las garras de Pteranodon, mientras intentaba una
y otra vez darle a su elusivo oponente. En ese
momento empecé a preocuparme. Estaba claro que
mis oponentes habían luchado con Dojo y habían
perdido, así que si yo perdía también (lo cual era
inconcebible) estaría a la par con los demás, pero las
reglas del concurso decían que si había empate, los
cuatro dinosaurios serían devorados, y el Reino de
los Reptiles ya no existiría. Pasé la noche
preocupándome sobre quién o qué era el terrible
Dojo.
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