Page 335 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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El tercer día no pasó nada, y empecé a
preguntarme si no debería entrar en la cueva y
buscar a Dojo. Hasta entonces lo única cosa viva
que había visto era un ratón negro que
ocasionalmente salía disparado de las rocas en la
entrada de la cueva buscando un poco de comida.
La siguiente ocasión que vi al ratón, dije (hablando
suavemente para no asustarle):
—¡Oye, ratón! ¿Hay algo dentro de la cueva?
El ratón negro se sentó sobre sus caderas,
sosteniendo una gaylussacia entre las manos y
mordisqueándola.
—Nada en especial —dijo—, sólo mi pequeño
hogar. Una chimenea, algunos cacharros y
sartenes, unas bayas secas, y el resto está lleno de
esqueletos.
—¿Esqueletos? —dije—. ¿De otros ratones?
—Hay algunos esqueletos de ratón, pero la
mayoría pertenece a dinosaurios de un tipo u otro,
en su mayoría carnívoros.
—Que se han extinguido a causa del cometa —
propuse.
—Oh, perdóneme, señor, pero respetuosamente
debo informarle que las muertes de esos
dinosaurios no están relacionadas con el cometa.
—¿Entonces, cómo murieron? —pregunté.
—Lamento decir que los maté en defensa
propia.
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