Page 337 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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contratan para realizar las excavaciones y el
transporte).
En cualquier caso, le expliqué las reglas del juego
a Dojo, y aceptó intentarlo. Nos fuimos al montón
de barro más cercano, y allí, o la vista de muchas
musarañas, jugué al tres en raya con Dojo, y le
vencí, aunque debo confesar que fue arriesgado en
algún momento. Ya estaba; había derrotado a Dojo
en un solo combare.
A la mañana siguienre me marché de la cueva de
Dojo y volví a la playa, donde se habían reunido
los otros tres dinosaurios, con un aspecto tan
terrible como el que puedes imaginar. El Rey de las
Musarañas, el Rey de las Aves y la Reina de la
Hormigas llegaron con todos sus ejércitos y me
coronaron Rey de los Reptiles o Tyrannosaurus
Rex, como solíamos decir. Luego se comieron a los
otros tres dinosaurios como habían acordado.
Además de mí, los otros reptiles que quedaron
eran unas cuantas serpientes, lagartos y tortugas,
que siguen siendo mis obedientes siervos.
Hubiese podido tener la vida lujosa de un Rey,
pero ya Dojo me había enseñado la humildad, así
que volví a su cueva inmediatamente y pasé los
siguientes millones de años estudiando su arte.
Sólo tienes que pedirlo, Nell, y te pasaré esos
conocimientos a ti..
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