Page 367 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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Era  discreto  porque  una  de  sus  cómodas


               habitaciones                    privadas                estaba              conectada


               directamente  con  una  de  las  habitaciones  en  la


               parte de  atrás  del  establecimiento  del  Doctor  X,


               por  lo  que  podía  llegarse  caminando  por  un


               sinuoso  tubo  de  Nanobar  inflado  que  podría


               extenderse medio kilómetro si pudiera sacarse de


               Shanghai,  llevarlo  a  Kansas  y  tirar  de  ambos


               extremos. Mirando a través de las paredes trans‐


               lúcidas del tubo mientras seguía al Doctor X a la


               cena, Hackworth pudo apreciar vagamente varias


               docenas  de  personas  siguiendo  un  rango  de


               actividades en media docena de edificios a través


               de los cuales el Doctor X aparentemente se había


               procurado derecho de paso. Al final salieron a un


               comedor bien decorado y alfombrado que había


               sido  mejorado  con  una  puerta  corredera


               automática.  La  puerta  se  abrió  mientras  se


               sentaban, y Hackworth casi se cae cuando el tubo


               soltó un viento de aire nanofiltrado; una camarera


               de metro y medio de alto permanecía en la puerta,


               con los ojos cerrados e inclinada hacia delante para


               compensar el viento. En perfecto inglés del valle


               de San Fernando dijo:





                 —¿Les gustaría conocer nuestras especialidades?





                                                                                                          367
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