Page 446 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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—Me gusta este sitio.
Surgió una explosiva luz azul en el aeróstato. Los
dos gritaron mientras sus irises se abrían. Él les
gritaba también a ellos:
—¡Permítanme iluminarles la salida más
próxima!
—Huimos de casa —le explicó Nell. Pero Harv
estaba saliendo del agujero, arrastrando a Nell tras
él con la mano buena.
Las turbinas de la cosa gimieron cuando realizó
un falso asalto. De esa forma les llevó
enérgicamente hacia la calle más cercana. Cuando
finalmente habían saltado una barrera y volvían a
tener los pies sobre una zona firme, el aparato
apagó la luz y se fue sin ni siquiera despedirse.
—Está bien, Nell, siempre lo hacen así.
—¿Por qué?
—Para que este sitio no se llene de transeúntes.
—¿Qué es eso?
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