Page 448 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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—Hay algo que no te he dicho nunca sobre ese
libro, pero debo decírtelo ahora —dijo Harv—.
Vamos, movámonos o algún hombre malo vendrá
a molestarnos. —Se dirigieron hacia la calle
principal de Ciudad de la Bahía Tranquila, que era
el Territorio Cedido al que la vaina los había
expulsado. La calle principal se doblaba siguiendo
la costa, separando la playa de un gran número de
establecimientos de bebidas que tenían en la
fachada mediatrones chillones y obscenos.
—No quiero ir en esa dirección —dijo Nell,
recordando el último ataque del proxeneta
electromagnético. Pero Harv la agarró de la mu‐
ñeca y se echó calle abajo tirando de ella.
—Es más seguro que estar en los callejones.
Ahora deja que te hable del libro. Mis amigos y yo
lo cogimos junto con otras cosas de un vicky que
asaltamos. Doc nos dijo que lo hiciésemos.
—¿Doc?
—El chino que dirige el Circo de Pulgas. Nos dijo
que debíamos asaltarlo, y asegurarnos de que los
monitores lo detectasen.
—¿Qué significa eso?
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