Page 111 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 111

mafrodita, quizá? Sean se alejó, confuso,  mientras

               se frotaba la herida con la mano.

                      Entonces advirtió un movimiento en el interior


               de la torre. En algunos puntos, las paredes de ésta

               eran  más  translúcidas,  o  simplemente  más  delga‐

               das.  Como  a  media  altura  del minarete,  la  silueta


               borrosa de una cara parecía pegada a la pared por

               dentro.

                      Sean corrió hacia el portal de piedra que estaba


               abierto.

                      Dentro, una escalera de mal perfiladas gradas,


               sin pasamanos, se ceñía en espiral a las paredes ve‐

               teadas de azul, que algo más arriba se convertían

               en un mármol rosa. A cien metros sobre su cabeza


               divisó una sombra que cubrió durante un instante

               los rayos de luz que se filtraban por la abertura si‐


               tuada  en  lo  más  alto  de  la  cúpula  acebollada  que

               formaba el remate de la torre. Echó a correr escale‐

               ra arriba. Sin embargo, a medida que la escalera de


               caracol ascendía pegada a la pared, sus peldaños se

               hadan  cada  vez  más  inclinados,  y  acababan  por

               confundirse y la escalera se convertía en una rampa


               espiral, accidentada al principio y luego lisa, resba‐

               ladiza como un tobogán de feria. El que se hubiera

               propuesto resbalar de arriba abajo, sin embargo, se


               habría partido los lomos en el tramo inferior. Ha‐




                                                           111
   106   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116