Page 248 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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cosmos tiene que venir a llamar a mi puerta? ¿He
de pasarme por las tripas el universo entero? ¿Esto
no va a acabar nunca?
—¿El qué? ¿El universo? ¿Acaso tú no lo sabes?
—Amigo mío, yo soy un ignorante. Devoro
modos de conocimiento. Pero tú crees saber mu‐
cho, ¿verdad? ¡Ah! Estoy saboreando todavía el
aroma de tus dos amigas... que, por cierto, no son
tan amigas tuyas como a lo mejor imaginabas.
Aunque, ¿no puede decirse lo mismo de cualquie‐
ra? Los resentimientos ocultos asoman por todas
partes, ¡ay! Agravios y envidias. ¿Quieres creer que
ellas creían que tu misión consistía en espiarlas a
ellas para vigilar su salud mental? Creen que tú las
has observado incesantemente y has sopesado to‐
das y cada una de sus palabras. Denise teme que
darás parte de sus fantasías paracientíficas. Mu‐
thoni está segura de que la consideras una salvaje
atávica, en el fondo de tu corazón..., una salvaje
congénita. Por eso rabiaba como una fiera. Por lo
que creía de ti. ¿De veras deseas a esas enemigas
larvadas? Oye una cosa, Sean: ¿sabes cuál es el ma‐
yor tormento? Es leer en la mente de otra persona,
leerla con sólo pasarle la lengua. ¡Por algo tengo es‐
ta descomposición de tripas! En cuanto a tu aroma,
¡hum! ¡El de un buscador de tres pies al gato! Estás
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