Page 291 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
P. 291
D Dm mi it tr ry y G Gl lu uk kh ho ov vs sk ky y S Su um me er rk ki i ( (C Cr re ep pú ús sc cu ul lo o) )
Yo aún no estaba en situación de volver a trabajar
en la crónica. El temblor de mis rodillas era espantoso y
no me libraba de la sensación de que el peligro que se
cernía sobre mí se volvía más palpable cada vez que
reanudaba la lectura.
Me dolía el estómago, y me decidí a hacer una
pausa. De todos modos, la cocina era el lugar más
adecuado para tomar posiciones defensivas: una
habitación pequeña, bien iluminada, sin rincones
oscuros ni espejos antiguos, en la que, además, se
encontraba toda la comida que aún me quedaba. Puse
la tetera sobre el fogón y encendí la radio, donde daban
en aquel momento las noticias de la noche:
«De acuerdo con estimaciones aún sin confirmar,
un terremoto en Pakistán se ha cobrado 130.000 vidas
humanas. El presidente ha declarado el estado de
excepción. Las regiones montañosas del país han
quedado devastadas. El número de víctimas en las
ciudades y en los pueblos que han quedado aislados del
mundo exterior como consecuencia de la catástrofe aún
no se conoce...».
La voz del locutor sonaba prosaica y profesional,
con un deje de preocupación bien dosificado: se notaba
que los 130.000 muertos no le importaban de verdad.
Probablemente, los que trabajan en los departamentos
Página 291

