Page 295 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
P. 295
D Dm mi it tr ry y G Gl lu uk kh ho ov vs sk ky y S Su um me er rk ki i ( (C Cr re ep pú ús sc cu ul lo o) )
respiré hondo, preparado para la inmersión.
Que a la mañana siguiente tenía miedo de haber perdido
una vez más a varios miembros de nuestra expedición, pero
todos ellos se encontraban bien, aun cuando ninguno de
nosotros hubiera dormido. Que algunos de los nuestros
murmuraban, y rogaron que retrasáramos la partida, pero
nuestro guía nos exigió, presa de una gran agitación, que
abandonáramos sin más tardanza el lugar y siguiéramos
adelante.
Que Vasco de Aguilar habló en favor de no proseguir de
inmediato con La marcha y se quejó del cansancio, y al saber
que reanudaríamos el camino por insistencia de Juan Nachi
Cocom le echó aviesas miradas y juró que el indio no tardaría
en pagarle por todo; en vista de lo cual, fray Joaquín defendió
con ánimo apacible a nuestro guía y trató de apaciguar la
cólera de Vasco de Aguilar con palabras llenas de dulzura.
Que acto seguido nos echamos a andar y reanudamos la
marcha por el empedrado blanco, y que le pregunté a Juan
Nachi Cocom si no creía que Vasco de Aguilar podía haber
dado muerte a su compañero, el mestizo Hernán González.
Que el indio, al oírlo, fue presa de una gran consternación y
se negó a decir el nombre del asesino, si bien repitió una vez
más que Hernán González no se había dado muerte.
Página 295

