Page 100 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 100

el periódico que había encima se le apareció en la


            mente, haciéndole sufrir de nuevo el tormento que


            le produjo la invasión de su casa por los fotógrafos.


            Le hicieron colocar dentro de sus antiguos zapatos,


            que eran cinco tallas demasiado grandes para él, y


            Berg  dijo:  «Haz  como  si  te  acordaras  de  cuando


            podías  ponértelos,  Scotty».  Después  le  hicieron



            posar junto a Beth, junto a Lou, junto a uno de sus


            antiguos trajes; de pie junto a la cinta métrica, con


            la gran mano de Hammer saliendo por un extremo


            de  la fotografía  y  señalando la marca  justa; en  el


            momento  de  ser  examinado  por  los  médicos


            contratados por el Globe—Post.


                   Su  historia  había  sido  leída  por  un  millón  de


            personas,  mientras  él  sufría  una  nueva  tortura


            mental cada día que pasaba, agitándose en la cama



            por  la  noche,  diciéndose  que  iba  a  romper  el


            contrato que había firmado tanto si necesitaban el


            dinero como si no, tanto si Lou le odiaba por ello


            como si no.


                   Sin embargo, siguió adelante.


                   Y  las  ofertas  se  multiplicaron.  Ofertas  para  la


            radio, la televisión y el teatro, ofertas para aparecer



            en los cabarets, para escribir artículos en toda clase


            de revistas ―excepto las mejores―, para aparecer


            en todas las ediciones del Globe—Post… La gente


            empezó  a  amontonarse  en  el  exterior  de  su






                                                                                                          100
   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105