Page 101 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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apartamento para contemplarle, e incluso pedirle
un autógrafo. Los fanáticos religiosos le
exhortaban, en persona o por correo, a unirse a sus
cultos salvadores. Recibía cartas obscenas de
mujeres frustradas… y de algunos hombres.
Su rostro era inexpresivo cuando llegó a la
plataforma de hormigón. Permaneció allí un
momento, pensando todavía en el pasado. Después
volvió a la realidad, miró a su alrededor, y
comprendió que la araña podía estar allí arriba,
esperando para saltar. Trepó lentamente a la
plataforma, con el alfiler a punto por si fuera
necesario. Miró por encima del borde. El lugar
donde dormía estaba vacío.
Con un suspiro soltó el alfiler encima del borde,
y miró cómo rodaba hasta detenerse junto a su
cama. Entonces volvió a bajar en busca de las
galletas.
Después de tres viajes tuvo todos los pedazos de
galleta en un montón, al lado de su cama. Empezó
a mordisquear uno de los mayores trozos,
deseando tener un poco de agua. Sin embargo, no
se atrevía a bajar hasta la bomba; estaba
oscureciendo y ni siquiera el alfiler era garantía
suficiente en la oscuridad.
Cuando hubo terminado de comer, arrastró la
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