Page 106 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 106

me importa», se repetía mientras andaba. «No me


            importa que haya firmado un contrato. Estoy harto


            de hacer de conejillo de Indias para un millón de


            lectores».


                   Siguió andando rápidamente, enfundado en su


            ropa de niño pequeño.


                   Momentos  más  tarde,  la  potente  luz  de  unos



            faros  le  iluminó  por  detrás;  él  se  alejó  más  de  la


            calzada  y  siguió  andando.  Lo  último  que  se  le


            hubiera ocurrido habría sido hacer autostop.


                   La  oscura  masa  del  coche  pasó  de  largo.


            Después se oyó un frenazo y, alzando la vista, Scott


            vio  que  el  coche  se  detenía.  Apretó  los  labios.


            «Prefiero andar». Formó las palabras con los labios,


            casi dispuesto a pronunciarlas.


                   La  portezuela  se  abrió  y  apareció  una  cabeza



            oculta por un sombrero de fieltro.


                   —¿Andas                   solo,          muchacho?                    —preguntó


            roncamente el hombre.


                   Las palabras salían por un lado de su boca. El


            otro lado estaba obturado por un cigarro a medio


            fumar.  Scott  siguió  acercándose  al  coche.  Quizá


            fuese mejor así; el hombre le había tomado por un



            niño. Tendría que haberlo supuesto. ¿Acaso no le


            habían  negado  la  entrada  en  un  cine,  no  hacía


            mucho, por no ir acompañado de un adulto? ¿No se


            había visto obligado a mostrar su identificación a






                                                                                                          106
   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111