Page 151 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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mundo y a que no podía existir una comunicación?
¿O se debía a que, como en todas sus decisiones
actuales, sólo contaba consigo mismo para la
realización de algún deseo?
Claro que no era eso, se dijo amargamente.
Estaba tan desvalido e inútil como siempre; quizá
un poco más torpe, eso era todo.
En la oscuridad se palpó todo el cuerpo. Pasó
una mano por el largo arañazo de su antebrazo
derecho. Tocó la piel levantada de la palma de su
mano derecha, tocó con el codo la hinchada
magulladura que tenía en el costado derecho. Pasó
un dedo por la herida de su frente. Le picaba la
garganta. Retrocedió un poco y sintió un agudo
dolor en la espalda. Finalmente, dejó que los
dolores separados volvieran a unirse en un solo
dolor.
Sus ojos se abrieron, los párpados se levantaron
como por decisión propia, y miró a la lejanía.
Recordó el momento en que recobró la conciencia
en el sepulcro de rocas; recordó el horror que casi le
había vuelto loco hasta que se dio cuenta de que
tenía aire para respirar, y de que debía mantenerse
cuerdo si quería salir de allí.
Pero aquel instante en que se dio cuenta de que
estaba encerrado vivo en una cripta fue lo peor de
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