Page 146 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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—¡Eh!, ¿qué estás buscando? —preguntó la voz.
Scott oyó una risita que le pareció la amenaza de un
trueno lejano—. ¿Has acorralado a algún ratón?
El suelo se estremeció bajo las fuertes pisadas
del gigante. Ahogando un grito, Scott siguió
descendiendo por el túnel, entró en otro y después
en otro, hasta que se vio obligado a detenerse ante
una pared.
Se agazapó allí, temblando y aguardando.
—Has acorralado a un ratón, ¿verdad? —
preguntó la voz.
Su intensidad provocó un agudo dolor en los
oídos de Scott. Se tapó las orejas. Seguía oyendo el
fiero maullido del gato.
—Bueno, veamos si podemos encontrarlo,
gatito —dijo el gigante.
—No…
Scott ni siquiera se dio cuenta de que hablaba.
Se pegó al muro, oyendo cómo las manos del
gigante iban desplazando las rocas, con un
estrepitoso crujido que se introdujo en su cerebro
como un cuchillo. Se apretó las orejas con las
palmas de las manos con tanta fuerza como pudo.
De repente, la luz se abrió paso hacia él. Con un
grito, se tiró de cabeza en un túnel recién abierto.
Sacudiendo desesperadamente los brazos, voló
unos dos metros y fue a caer sobre una repisa de
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