Page 155 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 155
—¿No es así? ¿No es por eso por lo que los
dos…?
—No lo es —la interrumpió fríamente él.
La frialdad en la voz de un niño sonaba muy
extraña… como si desempeñara un papel en una
obra de fin de curso, y lo hiciera sin convicción y a
punto de reír.
—Entonces, ¿qué es? —le preguntó ella.
—Si todavía no lo sabes…
—Oh, vamos, cariño…
Él se aferró a eso.
—Te cuesta un pequeño esfuerzo llamarme
cariño ahora, ¿verdad? —dijo, con la piel del rostro
muy tirante—. Te cuesta un pequeño…
—¡Oh, basta, Scott! ¿No tenemos bastantes
problemas para que tú te imagines más?
—¿Imaginarme? —su voz se hizo estridente—.
¡Claro! ¡Todo son imaginaciones mías! Nada ha
cambiado. Todo sigue igual. ¡Sólo son
imaginaciones mías!
—Despertarás a Beth.
Demasiadas palabras de ira se agolparon en su
garganta. Se ahogaron unas a otras, y no pudo
pronunciar ninguna. Regresó junto a la ventana y
volvió a mirar por ella.
Entonces, bruscamente, se dirigió a la puerta de
entrada.
155

