Page 207 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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La música cesó. Dirigió la mirada hacia lo alto


            como  si,  en  la  oscuridad,  pudiera  ver  la  razón


            causante de aquel hecho. Permaneció inmóvil, en


            silencio,  escuchando  la  ahogada  voz  de  la  mujer


            que  había  sido  su  esposa.  Su  corazón  pareció


            detenerse. Durante un momento formó verdadera


            parte de aquel mundo.



                   Sus labios articularon el nombre de Lou.


                   53 centímetros.


                   Cuando el verano tocó a su fin, la muchacha que


            trabajaba en la tienda de ultramarinos del lago tuvo


            que  regresar  a  la  Universidad.  El  empleo  fue


            concedido  a  Lou,  que  lo  había  solicitado  un  mes


            antes.


                   Ella había supuesto que Scott cuidaría de Beth


            cuando  lograra  un  trabajo.  Pero  entonces



            comprendió que, llegando únicamente a la altura


            del  pecho  de  Beth,  no  podía  ocuparse  de  ella  en


            absoluto. Además, él se negó a intentarlo. Así que


            se  pusieron  de  acuerdo  con  una  muchacha  de  la


            vecindad  que  había  terminado  sus  estudios.  La


            muchacha accedió a hacerse cargo de Beth mientras


            Lou estuviera trabajando.



                   —Dios sabe que no nos quedará mucho dinero


            después de pagarle —dijo Lou—, pero no tenemos


            otra alternativa.


                   Él  no  dijo  nada.  Ni  siquiera  pronunció  una






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