Page 209 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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—Que no diga una palabra sobre papá.
—Sobre el monstruo —murmuró Scott.
—¿Qué? —inquirió Lou, mirándole.
El siguió contemplando el café. Ella no repitió la
pregunta; Scott se había acostumbrado a murmurar
desde que se trasladaron al lago.
Después de desayunar, Lou bajó con él al
sótano, llevándole una de las sillas del jardín para
que pudiera sentarse. Cogió su maleta de un
montón de cajas que había entre el depósito de
combustible y el frigorífico, y la dejó en el suelo.
Encima colocó dos almohadones.
—Mira, aquí podrás dormir cómodamente —le
dijo.
—Como un perro —murmuró él.
―¿Qué?
La miró como una muñeca belicosa.
—No creo que la muchacha intente bajar —
prosiguió ella—. Además, en este caso, haría ruido.
Quizá sea mejor que cierre la puerta con llave.
—No.
—Pero… ¿y si la muchacha baja?
—No quiero estar encerrado.
—Pero, Scott… ¿y si…?
—¡No quiero estar encerrado!
—Muy bien, muy bien —repuso ella—. No te
encerraré. Tendremos que confiar en que a la
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