Page 247 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 247
ensordecedor estrépito. Permaneció un momento
inmóvil, con el rostro surcado por arrugas de
inquietud. ¿Acaso ya debía considerarse vencido?
Nunca podría llevar aquella aguja hasta el
precipicio.
Es muy fácil —le dijo su mente—. Llévate un
alfiler.
Cerró los ojos y esbozó una sonrisa. Sí, sí, pensó.
Rebuscó en las sombras, pero no encontró ningún
alfiler suelto. Tendría que sacar uno del tapón de
goma.
En primer lugar, tenía que volcar el tapón. Era
cuatro veces más alto que él. Haciendo rechinar los
dientes, lo empujó con todas sus fuerzas hasta que
se volcó. Entonces dio la vuelta a su alrededor y
desclavó un alfiler, que sopesó en las manos.
Aquello ya era otra cosa. Pesaba bastante, pero era
manejable.
Sin embargo, ¿cómo iba a llevarlo? No podía
clavárselo en la túnica; colgaría, chocaría con todas
las superficies, dificultaría su ascensión,
posiblemente le cortaría. Haría un lazo de hilo para
atarlo, y lo llevaría sobre la espalda. Miró en torno
suyo en busca del hilo. Sería absurdo tratar de
recobrar el que había lanzado a la boca del gato;
probablemente se había perdido.
Cortó un pequeño trozo de hilo, para él grueso
247

