Page 251 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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distante e imposible. Le extrañaba haber pensado


            seriamente en él alguna vez.


                   Todo rastro de excitación le abandonó cuando


            inclinó la cabeza hacia atrás y alzó la mirada hacia


            la remota parte superior de las sillas, apoyadas en


            las desmesuradas alturas de la pared. ¿Sería posible


            trepar hasta allí?



                   Bajó  airadamente  los  ojos.  «No  mires»,  se


            ordenó a sí mismo. «Mirar todo el trayecto es una


            estupidez.  Divídelo  en  segmentos;  es  la  única


            forma. El primer segmento, el estante. El segundo,


            el asiento de la primera silla. El tercero, el brazo de


            la segunda silla. El cuarto…».


                   Se  hallaba  en  el  mismo  fondo  del  precipicio.


            «No te preocupes por ninguna otra cosa», se dijo.


            Había decidido subir hasta allí; eso era lo único que



            importaba.


                   Se  acordó  de  otra  vez  en  que  tomó  una


            resolución. No pudo evitar pensar en ello, mientras


            lanzaba el gancho y empezaba a trepar.


                   46 centímetros.


                   Era  el  juguete  de  un  gigante;  un  juguete


            resplandeciente,  móvil  e  increíble.  La  rueda



            giratoria,  como  un  vasto  engranaje  blanco  y


            naranja, daba lentamente la vuelta sobre el negro


            cielo  de  octubre.  Las  jaulas  iluminadas  por  un


            reflejo escarlata se desdibujaban en la noche como






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