Page 314 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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araña se empalara por sí misma en la punta?
Comprendió que no podía hacerlo de ese modo;
ya no. Era demasiado pequeño. El impacto le haría
caer. Se acordaba muy bien de la horrible sensación
experimentada cuando aquella enorme pata negra
le arañó. No podía volver a enfrentarse con aquello.
Entonces, ¿por qué quedarse? No hubiera podido
decirlo.
Faltaba un detalle. Tendría que cubrir el pozo
cuando la araña estuviese dentro. ¿Lograría
enterrarla en la arena? No, eso requeriría
demasiado tiempo.
Dio una vuelta por los alrededores hasta
encontrar un trozo de cartón que era bastante
grande para tapar el hoyo. Lo arrastró hasta allí.
Así pues, todo estaba dispuesto. Atraería de
alguna forma a la araña hasta allí, ésta se caería
sobre el alfiler y él taparía el agujero con el pedazo
de cartón. Entonces se sentaría encima hasta
asegurarse de que la araña estaba muerta.
Se humedeció los labios. No había otra forma.
Se mantuvo inmóvil durante unos minutos,
tratando de recobrar el aliento. Después, aunque
todavía cansado y jadeante, se puso en marcha.
Sabía que si esperaba mucho más, su voluntad
flaquearía.
Se internó nuevamente en él desierto, buscando.
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