Page 64 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 64
sintiendo que contenía insensiblemente el aliento.
No sólo era deseo físico; era mucho más. Era el
miedo a un mañana sin ella. Era el horror de su
situación, que ninguna palabra podía describir.
Porque no se trataba de una enfermedad
repentina que se lo llevara, dejando intacto su
recuerdo, desposeyéndole de su amor con
misericordiosa rapidez. Ni siquiera se trataba de
una enfermedad prolongada. Por lo menos,
entonces sería él mismo y, aunque ella le
contemplara con lástima y terror, por lo menos
contemplaría al hombre que conocía.
Aquello era peor; mucho peor.
Transcurriría un mes tras otro… casi un año, si
los médicos no la atajaban. Un año de vivir juntos
un día tras otro, mientras él iba menguando. Comer
juntos, dormir en la misma cama, mientras él iba
menguando. Cuidar a Beth, escuchar música y
verse todos los días, mientras él iba menguando.
Cada día un nuevo incidente, un nuevo y espantoso
arreglo que hacer. El complejo molde de sus
relaciones alterado día tras día, mientras él iba
menguando.
Se reirían, incapaces de mantenerse serios todos
los momentos del día. Se reirían, quizá de algún
chiste, un momento de diversión y pasajero olvido.
Después… el horror volvería a acometerles, como
64

