Page 60 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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Cuando  salió  del  cuarto  de  baño,  recién


            duchado y afeitado, encontró a Lou sentada en el


            sofá del salón, haciendo punto. Había apagado la


            televisión y no se oía más ruido que la ocasional


            vibración de los coches en la calle.


                   Permaneció  un  momento  en  el  umbral,


            mirándola.



                   Llevaba una bata amarilla encima del camisón.


            Ambas prendas eran de seda y se adaptaban a la


            prominencia de sus redondos pechos, a la anchura


            de sus caderas y a la suave longitud de sus piernas.


            Descargas eléctricas contrajeron los músculos de la


            parte  baja  de  su  estómago.  Había  pasado  mucho


            tiempo constantemente inutilizado por las pruebas


            médicas, el trabajo y el peso del constante miedo.


                   Lou alzó la vista, sonriendo.



                   —Estás muy guapo y limpio —dijo.


                   No  fueron  las  palabras,  ni  la  expresión  de  su


            rostro;  pero,  súbitamente  fue  consciente  de  su


            tamaño.  Separando  los  labios  en  algo  que  quería


            parecer una sonrisa, se acercó al sofá y se sentó a su


            lado, arrepintiéndose instantáneamente de haberlo


            hecho.



                   Ella olfateó.


                   —Mmm, hueles muy bien —dijo.


                   Se refería a su loción de afeitar. El contestó con


            un gruñido, mirando su rostro sin maquillar y su






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