Page 93 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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impulso hacia atrás. Volvió a caer pesadamente, sin
dejar de buscar una abertura entre los trapos. No
había ninguna. La araña casi le había alcanzado.
Un estridente gemido se escapó de su garganta.
Scott se echó nuevamente hacia atrás cuando una
de las patas de la araña caía pesadamente encima
de uno de sus tobillos. Lanzó un grito de terror al
mismo tiempo que se precipitaba en el costurero
abierto. La enorme araña saltó a su vez, y se arrastró
sobre sus piernas. Él lanzó un alarido.
Entonces su mano se cerró sobre un objeto de
metal. ¡El alfiler! Con un profundo suspiro, se dio
un nuevo impulso hacia atrás, arrastrando el alfiler
con ambas manos. Mientras la araña seguía
avanzando, se puso el alfiler encima del vientre,
como si se tratara de una lanza. Notó que el alfiler
oscilaba entre sus manos bajo el peso de la criatura
parcialmente empalada.
La araña saltó hacia atrás. Aterrizó sobre los
trapos, a unos centímetros de distancia, y después,
tras una vacilación que sólo duró un segundo, se
precipitó nuevamente hacia él. Scott se incorporó
sobre la rodilla izquierda, apoyándose en la pierna
derecha, con el alfiler pegado a la cadera, y los
brazos en tensión preparados para un segundo
impacto.
La araña volvió a caer sobre el alfiler y de nuevo
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