Page 923 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Aquél era Heidhin, hijo de Viduhada. Era un
muchacho esbelto, de pelo oscuro, falto de alegría pero
agudo de ingenio, duro y flexible, bueno con las armas,
un líder entre sus compañeros aunque algunos lo odiaban
por los aires que se daba. Nadie se metió con él por lo de
Edh.
Cuando vieron cómo iban las cosas, Hlavagast y
Viduhada se apartaron para hablar. Estuvieron de
acuerdo en que tal unión de sus familias sería bien
recibida, pero los esponsales debían esperar. El flujo de
Edh apenas había comenzado el año anterior; los jóvenes
podrían pelearse y un matrimonio infeliz significaba
problemas para todos; esperar y ver, y mientras tanto
beber una jarra de cerveza con la esperanza de que todo
saliese bien.
Pasó el invierno, la lluvia, la nieve, la oscuridad
cavernosa, la noche de terror antes del regreso del sol y el
día de fiesta siguiente, cielos iluminados, el deshielo,
corderos recién nacidos, ramas con brotes. La primavera
trajo hojas y alas en dirección al norte; Niaerdh recorría la
tierra; hombres y mujeres se emparejaban en los campos
donde labrarían y sembrarían. El Carro del Sol corría más
alto y más despacio, el verde crecía, las grandes
tormentas resplandecían sobre el brezal, los arco iris
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