Page 153 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 153
‐Veamos, señor ‐prosiguió el robot intacto‐. ¿Qué
descripción de las condiciones imperantes aquí en la
superficie de la tierra ha dado usted a sus compañeros del
tanque por medio del sistema de intercomunicación que
acabamos de inutilizar? Por favor, sírvase darnos el
mayor número de detalles sobre esta cuestión.
El respondió con voz entrecortada:
‐Yo... yo... no sé.
El robot dañado habló entonces, dirigiéndose a su
compañero:
‐No es necesario preguntarle eso: yo estaba lo bastante
cerca y he grabado la conversación.
‐Pues haz el favor de pasarla ‐le dijo el robot intacto.
Con gran disgusto y consternación de Nicholas,
inmediatamente surgió por el altavoz del robot averiado
la grabación del diálogo que él había sostenido con sus
compañeros de tanque. La grabación salía por la boca del
robot apagada, chillona pero clara, como si el robot
estuviera parodiándole, en una farsa horrenda:
«Presidente Saint‐James, ¿ha conseguido salir?».
Y luego oyó su propia voz, ligeramente acelerada, que
respondía:
«Sí, ya he salido».
«Por favor, cuéntenos lo que ve».
«En primer lugar, veo un cielo gris a causa de...».
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