Page 191 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
P. 191
La penúltima verdad Philip K. Dick 191
pasamos la vida en ellos... sólo, subimos cuando nos
dimos cuenta de tu presencia ‐dirigiéndose a Blair, añadió
con nerviosismo‐: En realidad, sería mejor que
regresáramos al refugio lo antes posible. Ya hemos
estado, demasiado expuestos a la radiación por hoy ‐
señaló a Nicholas‐. Sobre todo él; ha estado cuatro horas,
caminando por la superficie.
‐¿Permitiréis que os acompañe? ‐les preguntó Nicholas‐
. ¿Debo entender que podré vivir con vosotros en el
refugio?
‐Claro que sí, hombre ‐dijo Blair con un gesto
afirmativo‐. Así se formó nuestra colonia. ¿O acaso creías
que íbamos a cebarte con cajas destempladas? ¿Por qué
habríamos de hacerlo? ‐parecía verdaderamente
enfadado‐. Para que te matara por ahí cualquier robot, o...
‐Se interrumpió‐. Vaya, sí que seríamos caritativos. Eres
bienvenido y puedes quedarte con nosotros todo el
tiempo que quieras. Luego, cuando ya te hayas hecho una
composición de lugar, si deseas entregarte puedes irte a
uno de esos bloques. En ellos hay miles de ex habitantes
de los tanques... Eso tendrás que decidirlo tú, pero no te
precipites. Ambiéntate primero.
Echó a andar por un sendero que discurría entre los
montones de ruinas, una especie de camino de cabras;
Nicholas y los demás le siguieron en fila india..
‐A veces se necesitan semanas ‐dijo Blair, volviendo la
cabeza‐ para serenarse y olvidar; lo que le hacen tragar a
191

