Page 243 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 243
Festung de Ginebra; obtendría primero una copia de los
datos entregados a la computadora, y luego otra de la
ficha que ésta hubiere producido.
Y podía interesar a las partes afectadas que Brose no
recibiese aquella información.
En consecuencia, tendría que ir a la enorme BB‐7 de
Moscú, que era la computadora más alejada del control
de Brose.
Cuando Foote y sus dos robots, cargados de nuevo con
sus pesadas maletas, regresaron al volador, se preguntó
para sus adentros cuál sería la ficha que entregaría la
computadora... para poner en movimiento los engranajes
de la justicia, al menos teóricamente. ¿Qué miembro de la
organización de Yance sería el denunciado por la Gestalt‐
macher, según la programación recibida? Dejó
cuidadosamente el falso televisor en el asiento contiguo,
notando otra vez su excesivo peso... detalle que no podía
camuflarse y que lo había delatado... El maravilloso
aparato podía imitar cualquier objeto que tuviera más o
menos su mismo volumen, pero le era imposible anular
los efectos de la gravedad terrestre.
Tenía ya una idea de cuál sería la ficha que aparecería
en la computadora. Pero iba a ser interesante comprobar
personalmente aquella nueva premonición paranormal.
Tres horas más tarde, después de descabezar un
reparador sueñecito mientras su volador efectuaba el
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