Page 277 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 277
¿Cómo la conseguiría? Pero eso no importa; lo que
importa es que la tiene».
‐¡Gottlieb Fischer! ‐exclamó entonces en voz alta‐. El fue
el creador de Talbot Yancy; por tanto la crisis hay que
buscarla en el pasado.
Y quien posea la facultad de viajar por el tiempo tendrá
acceso a aquel pasado, se dijo. Hay una relación, una
conexión, entre David Lantano, sea quien sea, y Gottlieb
Fischer; relación que se remonta desde 1982 ó 1984 hasta
la muerte de Fischer, y probablemente desde poco antes
de que Fischer empezase su obra sobre el Principio de
Yancy, su versión del Principio del Führer: su nueva
solución al problema de quién debe conducir a los
hombres. Puesto que, si éstos son demasiado ciegos para
gobernarse a sí mismos, ¿cómo se puede confiar en ellos
para que gobiernen a los demás? La respuesta a esta
pregunta es der Führer, como sabe todo alemán, y Gottlieb
Fischer era alemán. Brose le robó entonces la idea a
Fischer, como todos sabemos, dando realidad a la misma:
el simulacro, uno en Moscú y otro en Nueva York,
atornillado a la mesa de roble y programado por la
computadora, que procesa discursos escritos por
redactores escogidos... todo esto puede atribuirse
legítimamente a Stanton Brose, pero lo que nosotros no
sabíamos es que Gottlieb Fischer plagió a su vez la idea,
el concepto original de otro.
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