Page 281 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad                           Philip K. Dick   281


              Sería muy difícil, y Foote lo sabía. Pero disponemos de

           los aparatos para localizarlo, se dijo; hemos realizado esta


           clase de trabajos desde 2014. Pero esta vez la operación

           no es para un cliente, sino para nosotros mismos.

              Porque, se dijo, ahora son nuestras propias vidas las que


           están involuntariamente en juego; han demostrado ser ya

           el objetivo final de los jugadores en este peligroso juego.

              ‐Una empresa jurídica ‐dijo en voz alta‐, Apostadores,


           Tramposos,  Mentirosos,  Farsantes  y  Regateadores,

           Sociedad Anónima. Esa firma nos puede representar ante

           el  Consejo  de  Reconstrucción  cuando  presentemos


           nuestra demanda contra Brose.

              ‐¿Y en qué se basará tal demanda?


              ‐Pues se basará ‐respondió Foote con voz tranquila‐ en

           el hecho de que el auténtico gobernante mundial electo es

           el  Protector  Talbot  Yancy,  como  sabe  hasta  el  último


           habitante de los tanques y como ha declarado el Gobierno

           de  Estes  Park  durante  quince  años  seguidos.  Y  este


           hombre existe en realidad. Por consiguiente... Brose está

           usurpando un poder que no le pertenece.

              Puesto que el poder legítimo, se dijo, pertenece a Yancy,


           como  no  se  han  cansado  de  repetir  tanto  el  Pac‐Peop

           como la Wes‐Dem.

              Y  creo  que  Yancy  se  ha  decidido  al  fin  a  solicitar  la


           convalidación de su poder legítimo, se dijo Foote. Al fin

           se ha decidido.






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