Page 76 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 76
‐Estos objetos, fabricados por Lindblom en los estudios
moscovitas de Eisenbludt, serán enterrados en los solares
que Runcible se propone terraplenar para erigir sus
nuevos bloques de apartamentos. No obstante,
previamente debe quedar documentado que estas cosas
tienen un incalculable valor arqueológico. Esto se hará
por medio de una serie de artículos en la publicación
científica de anteguerra Natural World que, como usted
sabe, antiguamente era lectura obligada de todos los
hombres cultos del planeta...
Se abrió la puerta del despacho, y Verne Lindblom entró
con ademán desconfiado.
‐Me dijeron que viniera ‐dijo a Brose; luego dirigió una
mirada de reojo a Adams, sin añadir nada más. No
obstante, ambos se entendieron perfectamente: no
convenía mencionar la conversación por video que había
tenido lugar hacía media hora.
Dirigiéndose a Lindblom, Brose dijo:
‐Esos son los planos a escala de los artefactos que usted
construirá para ser enterrados al sur de Utah, y en el
estrato geológico adecuado. ‐Dio media vuelta a los
planos para que Lindblom los viese; Verne les lanzó una
rápida ojeada, con aire muy profesional‐. Existe el factor
tiempo, pero estoy seguro de que podrá tenerlos a punto
cuando los necesitemos. No es necesario que los
desentierre la primera excavadora, sino que aparezcan
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