Page 116 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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—Vale —dijo Kizzy. Empezó a empujar el grub a
través de las gachas—. Cuando llegamos a nuestro
punto de salida, volvemos al espacio a toda
velocidad. —Colocó una cuchara bajo el grub, como
una catapulta, y alzó el puño.
—Kizzy —intervino Doctor Chef, tranquilo—. Como
desparrames gachas en mi encimera limpia…
—No lo haré. Acabo de darme cuenta de que esto no
funcionará. Mi ingeniosa demostración es defectuosa.
—Frunció el ceño—. No puedo doblar las gachas de
avena.
—Toma —dijo Doctor Chef. Le dio dos pañuelos de
papel—. Uno para las manos, el otro con fines
educativos.
—¡Ah! —exclamó Kizzy, limpiándose las gachas de
los dedos—. Per‐fec‐to. —Levantó el pañuelo limpio
y juntó dos esquinas opuestas—. Vale. ¿Conoces las
grandes esferas que parecen rejas que rodean las
aberturas de los túneles, con todas esas luces de alerta
parpadeantes y lo que parecen relámpagos
distorsionados que salen de las junturas? Son jaulas
de contención. Evitan que el espacio se rasgue y se
abra más de lo que queremos. Debes tener una jaula
en cada extremo del túnel. Así que si tenemos una
jaula en este extremo —movió una esquina del
pañuelo— y otra jaula en este extremo —movió la
otra—, tenemos que construir un túnel que de forma
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