Page 18 - Limbo - Bernard Wolfe
P. 18

en  los  viejos  días,  antes  de  Martine,  seguía



            experimentando  un  cierto  estremecimiento  ante


            la  visión  de  las  arrugadas  circunvoluciones


            cerebrales...  «esos  intestinos  intelectuales,   esa


            colmena de anarquía», como lo llamaba el doctor.



                  Repentinamente Ubu pensó en la mota negra


            que  había  visto  en  el  horizonte:  ¿en  verdad  se


            movía? Involuntariamente, hundió los hombros y


            se mordió los labios hasta que no fueron más que


            un delgado trazo sin sangre.


                  —Eres afortunada, Moaga —dijo, volviendo al



            inglés—.  Pronto  no  más  preocupaciones,


            prognosis                  buena.               Pero            para             algunas


            preocupaciones  no  escalpelo,  prognosis  muy


            mala...  —  Esta  vez  no  se  preocupó  de  añadir


            artículos y verbos y todo lo demás.






            Capítulo 2





                  Pulso normal, respiración normal: las vejigas


            de  caucho  a  través  de  las  cuales  respiraba  se


            abrían y cerraban a un ritmo perfecto, dos puños


            neumáticos.  Rembó  acercó  a  la  mesa  un  gran


            armario metálico Monel, a través de cuyo cristal


            anterior  resplandecía  una  bancada  de  tubos


            electrónicos. Todo estaba en orden.



                                                                                                         18
   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22   23