Page 134 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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exterior y tratar de dormir. Cuando fuese otra vez


            de día, las cosas serían diferentes, sin duda.



            Sin duda.



            Joe  regresó  por  el  camino,  intentando  andar  tan


            rápido  como  podía,  pero  las  piernas  parecían



            ancladas  al  suelo  y  las  rodillas  se  comportaban


            como  si  nunca  hubieran  sido  diseñadas  para


            doblarse.  Las  heridas  de  la  cara  y  las  manos


            empezaban también a escocer, y descubrió que su


            abrigo se había desgarrado por la parte de abajo,


            dejando  huir  el  calor  de  su  cuerpo.  Aun  así,


            consiguió  llegar  de  algún  modo  hasta  su  casa.


            Cuando pudo cerrar la puerta tras de sí y empezó a


            notar el agradable calor del interior, dejó escapar un



            sonoro suspiro.



            «Por Dios, ¿qué está pasando? —chillaba el fondo


            de su mente con enervante insistencia—. ¿Qué está


            pasando? ¿Qué está pasando?».



            De pronto, la imagen del cadáver de David Wright



            restalló en su cabeza con una especie de explosión


            mental.  En  ella,  el  cadáver  se  incorporaba


            lentamente  hasta  quedar  sentado  como  una  L


            gigantesca,  como  los  vampiros  de  las  viejas


            películas,  y  era  entonces  cuando  movía  el  labio


            superior  en  una  especie  de  acto  reflejo,  casi


            imperceptible,  hasta  que  los  ojos  se  abrían




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