Page 167 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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«Mientras dormías, Joe. ¡En el dormitorio!».
El dormitorio estaba allí mismo; de hecho, solo tuvo
que rodar sobre un costado para colarse por el
marco y acabar junto a la cama. Allí, el aullido no
resultaba tan atroz, así que en apenas unos
segundos se encontró rebuscando en la cama.
Diosdiosdiosdiosdios
Mientras se movía sobre el colchón como una
inquieta mascota, una parte de su mente imaginaba
a las formas acercándose a la cabaña. Si habían
hecho explotar la puerta de aquella forma, podían
también hacer volar las paredes del salón.
«Jesús, podrían echar abajo la cabaña entera si
quisieran».
Un lío de sábanas y mantas; si la cera estaba allí
dentro, en algún lugar, podía haber quedado
aplastada. Podía haberse deformado, derretido,
quebrado…
Como respuesta a su línea de pensamiento, Joe
encontró un trozo de cera, aunque estaba muy lejos
de ser lo que debía. En realidad tenía la forma de
un huevo aplastado, como si hubiera dormido
encima.
—No… —soltó.
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